- Dime, ¿qué quieres?
- Quiero... ¿Qué pasa si no sé lo que quiero?
- Pasa que yo tampoco lo sé. Y quién te diga que sabe lo que quiere miente. Nadie lo sabe hasta que choca con ello.
- No comprendo... ¿Y cómo te das cuenta de que es lo que justamente estabas esperando?
- Porque él también te estaba esperando. No existen las casualidades. En mi mundo no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario