miércoles, 29 de diciembre de 2010

You and me.

- ¿Estás bien? - Le dice ella acercando cuanto puede su boca a su oreja. Casi susurrándole. Con el miedo metido en el cuerpo por la esperada respuesta.
Él no se mueve. Sigue acostado de cara a la pared. No hace nada por abrazarla. Simplemente suelta un "sí" y espera que eso sea suficiente.
Ella se estremece. Se plantea miles de cosas, se atormenta. "Quizás no estuvo bien. Quizás no fue suficiente o quizás no soy suficiente". De repente una pregunta se escapa de los labios de él y la paraliza.
- ¿Por qué?
- Porque quiero que lo estés.- La respuesta sale directa del corazón. No la piensa. No la medita. Es la verdad y quiere que él la sepa. Sus manos se juntan. Sus dedos se entrelazan. Ella se pega todo lo que puede a su espalda desnuda, coloca su frente justo en su nuca y inspira su aroma.
Le encanta como huele. Adora darle besos cuando él se está dejando dormir. Mirarle cuando tiene los ojos cerrados.
Porque sabe que en cualquier momento se acabará. Sabe que no es para siempre.
Que él no es para ella. Ni ella para él.

River flows in you.

Déjame parar este momento. Es justamente lo que necesito.
Por favor déjame perderme en tus ojos. Esos que me miran llenos de felicidad, aunque quizás me confunda y sea la mía reflejada en tus ojos marrones. Pero da igual, sigo pidiéndote exactamente lo mismo.
Sólo quiero que no me sueltes. Que juntos disfrutemos de este momento. Está bien. Suéltame sólo si vas a abrazarme más fuerte o quizás acariciarme la cara. Pero no te vayas. No rompas esto.
Me haces sonreir. Incluso a veces siento escalofríos cuando tú sonríes.
Déjame contarte cómo soy. Quiero que me conozcas, que sepas lo caprichosa que me pongo algunos días. Lo cariñosa que me vuelvo cuando estás cerca.
Déjame decirte que estoy bien así. Que no necesito nada más, ni que hagas nada más. No hace falta que nadie sepa lo que somos.
Nosotros lo sabemos y es lo que importa. Déjame robarte un beso, cuando menos te lo esperes y cuando más lo lleve yo esperando.
Déjame decirte que..

lunes, 27 de diciembre de 2010

Momentos.

La habitación no es muy acojedora. Bastante pequeña me atrevería a decir. Pero de cierto modo lo prefiero. Así tus pies se ven obligados a enredarse con los míos a cada movimiento que intentas hacer en la estrecha cama. A veces incluso nos golpeamos la cabeza cuando queremos darnos la vuelta. Entonces sonreímos. Con timidez. Luego con cariño al mirarnos a los ojos. Me abrazas.
Ya no hay vuelta atrás, ya me has hecho tuya.
Y yo empiezo a pensar en el futuro. En lo bien que me lo pasé y en lo estúpidamente feliz que me sentí cuando me dijiste que realmente me había puesto preciosa para ti.
Mientras tanto tú, insconcientemente me seguirás abrazando. Creando falsas ilusiones con tu respiración acompasada a la mía. Llegando hasta el punto de lograr que piense que me gustaría acostumbrarme a tu compañía por las noches. Pero no, tus pensamientos irán mucho más lejos. Pensando una buena excusa para plantarme la semana que viene. O cavilando cómo llevar a la próxima chica justo donde me tienes a mi ahora. Suspirando en tu nuca después de haber gastado mi último gemido para ti. Ajustando mi cuerpo al tuyo para hacértelo todo más fácil...
Tras estos pensamientos llegan tus remordimientos. Pegas tu frente a la mía y cierras fuerte los ojos. Das gracias a Dios de que yo no sepa leer los pensamientos.
Pero te equivocas en algo. Sé muy bien que estás en el punto de que quieres todo menos perderte entre las mismas piernas cada noche.

sábado, 25 de diciembre de 2010

Sometimes.

Ni te imaginas cuánto te echo de menos.
Quiero que sepas.. que aún pienso en ti.

martes, 14 de diciembre de 2010

.,


Fuera de vista no significa fuera de mente.

Demasiadas casualidades.

- Dime, ¿qué quieres?
- Quiero... ¿Qué pasa si no sé lo que quiero?
- Pasa que yo tampoco lo sé. Y quién te diga que sabe lo que quiere miente. Nadie lo sabe hasta que choca con ello.
- No comprendo... ¿Y cómo te das cuenta de que es lo que justamente estabas esperando?
- Porque él también te estaba esperando. No existen las casualidades. En mi mundo no.

jueves, 9 de diciembre de 2010

¡Bienvenidos!

Todo el mundo tiene miedo al amor.
A volver a enamorarse. A volver a poner a otra persona por encima de tus propias preocupaciones. A que te conozcan tal y como eres. A abrir tu corazón y dejarlo en otras manos, que poco a poco van siendo más conocidas que extrañas.
En definitiva a querer y que te quieran.

Dicen que es de cobardes tener miedo. Yo, digo que hasta el más valiente es cauteloso en cuanto a este campo se refiere. Porque nunca se sabe quién va a perder o a ganar. Ni siquiera "cuando".
Quizás esa sea la parte más dolorosa. No saber cuándo va a acabar algo. Aunque siempre se nos olvida la parte más importante: cuando algo acaba, siempre algo empieza.
Por favor, no olviden que los miedos están para afrontarlos.

Si tienes miedo a las alturas. Súbete a una escalera. Al último piso. Asómate y mira al suelo. Cuando sientas que no puedes más, grita: NO HAY MIEDO.
Si tienes miedo a las arañas. Cuando veas una cerca, respira. Tantas veces como sean necesarias para ahogar el chillido. Si es necesario cierra los ojos. Pero piensa: NO HAY MIEDO.

Si tienes miedo al amor...
¡Bienvenido al maravilloso mundo de los seres humanos!

Lo único que te puedo aconsejar es lo que lo que me receto a mí misma:
- Ilusión. Sonríe todos los días. Deja que te de un ataque de risa. Que te roben una sonrisa.
- Confianza. Quizás esta la recetaría en una dósis más elevada que la anterior. Si tú no confias en ti, ¿quién lo hará?
- Amor propio. Quiérete. Al mismo nivel que la confianza. Una cosa va ligada a la otra. Yo lo apuntaría como un deber.. Para querer a los demás primero hay que aprender a quererse a uno mismo.
- Fuera la insertidumbre.
- Olvida el pasado. IMPORTANTE. No tengas miedo a cometer los errores del pasado. Ellos te han servido para aprender, no tienes porqué volver a cometerlos. Y si te han hecho daño. No tienen porqué volver a pasarte. ¿Te digo un secreto a voces?

CADA PERSONA ES UN MUNDO.

Y es hora de que se deje el miedo a sentir atrás.

(Yo también tengo miedo.
Pero me gusta llevarlo guardadito en una esquina de mi corazón.
Sin que él sepa que si quisiera podría adueñarse de mí y controlarme. ¡Shhh!)

P.S.

Querida Holly:
No tengo mucho tiempo. No literalmente, si no porque has salido a comprar helados y volverás pronto. Esta será la última carta. Sólo me queda una cosa por decirte. Esta carta no es para que me recuerdes, ni para que compres una lámpara, puedes cuidar de ti misma sin mi ayuda. Es para decirte cómo me he sentido, cómo me has cambiado. Me has convertido en un hombre. Queriéndome Holly. Y por eso te estoy eternamente agradecido, literalmente.
Quiero que me prometas algo. Que nunca estarás triste o insegura o perderás por completo la fé. Que tratarás de verte con mis ojos. Gracias por aceptar ser mi esposa. Soy un hombre que no se arrepiente. ¡Qué suerte he tenido!
Tú has llenado mi vida Holly. Pero yo sólo soy un capítulo de la tuya.Habrá más. Te lo prometo.
Y ahora viene el gran consejo: no tengas miedo a volver a enamorarte.
Prepárate para esa señal que parece el fin del mundo.

PD: siempre te amaré.


miércoles, 8 de diciembre de 2010

Elamornopuedeplanificarse.

No intentes presionar las cosas. Cuando tenga que pasar, pasará.

Cuando tenga que ser tuyo, lo será.

martes, 7 de diciembre de 2010

Deseos.

Se acerca Navidad. Con ello llega ese día tan esperado por miles de niños: el día de Reyes. Ese 6 de enero. En el cual han puesto todos sus deseos, ilusiones y ganas. Conforme vas creciendo, vas abriendo los ojos y tomando consciencia de ciertas cosas.
A día de hoy, con mis casi 19 años, me sigo emocionando cuando se acerca ese día. Con la misma niñez y emoción reflejada en mis ojos como cuando tenía 5 años. Para mí nada ha cambiado. Sigue siendo un día para sorprender y que te sorprendan. Este año haré una excepción. No quiero nada material. No pido cosas materiales. Me doy cuenta que lo que necesito no se puede comprar con dinero. Es tan sencillo lo que pido...


"Pido que me dejen querer y que me quieran. Pido que me demuestren lo que sienten, las palabras, palabras son y para mí poco significan. Por pedir, pido que cuando menos me lo espere, cuando más lo necesite o cuando más lo lleve esperando y lo haya dado por perdido, me sorprendan. Con algo dulce, agradable, cariñoso. Un beso quizás. Robado. De esos que no te esperas pero que deseas que pase. Para luego querer robarle yo uno y pedirle cien más de rescate. También me vale un abrazo. De esos que te lo dicen todo. Del cual no quieres separarte, porque te sientes seguro, feliz. Pido también, que la gente que me rodea sea feliz estando conmigo. Son unas bonitas fechas para estar juntos, para pasarlas con gente a la que quieres. Quiero pedir un poco de confianza para aquellas personas que carecen algunos momentos de ella. La vida no es fácil, pero si nosotros mismos nos ponemos barreras más complicada se hará.
No podría faltar, pedir por el futuro. Claro que me interesa. Es ahí donde voy a pasar mis próximos días.
En definitiva, lo único que pido es felicidad. No me hace falta nada material si tengo eso. Porque la felicidad conlleva amor, amistad, cariño y todas esas cosas que necesitamos para sentirnos libres. Para sentirnos más humanos..."


Y ustedes, ¿qué le piden a los Reyes? No olviden que son mágicos y que pueden regalar lo que más deseen vuestros corazones.

El mío ya habló.