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Qué bonito es saberse parte de algo. Qué bonito es querer.

Really.

Siento que, quiero vivirlo todo contigo. Las risas, los llantos, las alegrías, mis días raros y tus inquietudes. Y sí, me conoces y lo sabes mejor que yo. Sabes que me encanta que me besen en el cuello, justamente en la clavícula. Que me acaricien la cara, que no sólo se quede en un simple beso, que haya algo más allá.

Adoro esos días en los que un simple plan como ver una película de acción, de las que te gustan a tí o cualquiera que nos llame mínimamente la atención. Comprar palomitas y coca-cola (eso no puede faltar); se convierta en el plan perfecto.

Sé que lo haces, que me quieres. Pero de vez en cuando busco más mimos de los que tus manos están acostumbradas a dar. De todas formas, por fin sé que he encontrado al adecuado. Presentimiento, supongo. Te miro y veo sentimientos, veo una gran confianza, no sólo en ti mismo, si no en nosotros. En lo que juntos podemos llegar a ser. Pero sobre todo un cuento en el que los dos somos los protagonistas y al mismo tiempo sus guionistas. Sólo te pido que cojas bolígrafo y papel, mucho papel... Este cuento va para largo.

Y tú.. ¿qué sabes?

Y sí, me pueden las ganas, los besos, los labios, el lunar de su barbilla. La forma en la que me mira, en la que me toca o el ruidito que producen sus labios cuando me da un beso. Sus comentarios indecentes, cuando se hace el interesante o su manera de ponerme nerviosa.

El que le estoy ganando, sus mensajes, la forma maligna de la que se ríe de mi o sus manos alrededor de mi cintura. Y sí, me sé con los ojos cerrados dónde me dejó la marca de sus besos. Que sé las locuras que pasan por mi mente cuando tus pestañas chocan con las mias. Y también sé que si sus manos se vendieran yo sería la mejor postora por muy alto que fuera el precio.

Que todo lo que le rodea es sencillo, que tiene un corazón complicado y por eso a veces es tan fácil enamorarse de sus palabras.

Así de simple.

Es como cuando se te escapa esa sonrisa tonta cuando te dice que te quiere. Cuando con el último beso del día ya lo estás echando de menos. Cuando tienes unas ganas irresistibles de estar con él a solas, cuando te da igual llegar tarde a casa si él te acompaña. Cuando a pesar del frío que hace tú sonríes porque él te está abrazando, no sé, es algo extraño, y es que a veces el más pequeño de los besos encierra el amor más grande...

Maybe.

Podría decirlo una tarde de un lunes. O una madrugada al teléfono. Y porqué no, mientras paseamos, colarme en tu oido y susurrártelo un miércoles de cualquier mes. Podría escribírtelo en una servilleta mientras tomas distraido tu café. Quizás incluso llegaría a dibujarlo en tu espalda desnuda mientras intentas dormir. Acurrucarme a ti, mirarte a los ojos y desear que los míos te lo griten sin despegar mis labios. Puedo dibujarlo en cada esquina de mi cuaderno, en mayúscula, luego en minúscula pero cursiva, en rosa, eso sabes que no cambiaría.. Pero sea de la forma que sea, no podría ser más claro, ni más sincero.

it's easy.

I still get butterflies when you smile at me.