martes, 29 de junio de 2010


No puedo más.. no puedo sentir que la estoy perdiendo, que se está alejando de mí..
No sé ser yo si ella no está a mi lado.
Odio ser cabezota, rencorosa, orgullosa... pero odio más que ella me dé cien vueltas en estos campos.
Somos tal para cuál, pero entonces.. ¿quién de las dos niñas orgullosas tirará la primera piedra sin esconder el brazo?
Algo me dice que seré yo.. pero me da igual, si así volvemos a ser nosotras.
Uña y carne, otra vez.. para siempre.

viernes, 25 de junio de 2010

A la mierda.

A lo largo de tu vida te pueden fallar cientos de personas. Te pueden defraudar otras cuantas, incluso te pueden llegar a hacer daño. Quizás derrames alguna lágrima por su culpa, pero será sólo por la rabia contenida... No por el dolor.
¡Qué va! El dolor verdadero va por dentro, ese dolor que te ahoga, el cuál te hace aislarte...
Y ese dolor aparece cuando la persona importa de verdad. Quizás no haya sido la mayor discusión que hayas tenido o el mayor enfado.
Pero si la persona te importa, cualquier cosa te hace temblar. Te hace estar insegura. Te hace daño. Y si a todo esto le sumamos el orgullo, el resultado no es bueno.
Podría estar horas escribiendo de cómo me siento, de lo incompleta que estoy sin ella o de las ganas que me dan de ir corriendo a la casa y decirle que no pasa nada que voy a seguir estando aquí por el resto de los días..
Pero justo en ese momento aparece lo que ya nombré antes.. mi maldito orgullo. Ese que odio tanto y por el cuál sigo de brazos cruzados, esperando a que sea ella la que de el primer paso.. porque algo en mi interior me dice que me tiene que pedir perdón.
¿Y qué si soy yo la única que lo ve? ¿y qué si los demás piensan que es normal? ¿y qué si nadie opina igual que yo? Nada de eso me devolverá a mi amiga joder.
Y sé que si le paso esta, si me trago mi orgullo otra vez.. no servirá de nada, dentro de unos días, semanas o meses estaremos igual. Yo enfadada por el mismo motivo y ella.. ella pasando porque no ve lo mismo que yo o quizás no quiera verlo..
Por mucho que lo pienso no encuentro ninguna solución, no encuentro ninguna respuesta.. no dejo de darle vueltas.. ¿la estoy perdiendo por culpa de él? ¿lo está consiguiendo tal y como quería? Lo más triste de esto no sería el hecho de que él lo consiguiera, si no que ella se lo permitiera.. eso sería lo que más me dolería..

No puedes darle tanta importancia a una persona, tarde o temprano te defraudan.. aunque sea como una hermana, da igual, a veces nada es suficiente.

..

Yo no quiero a un chico fantástico, le quiero a él.

miércoles, 16 de junio de 2010

El olvido

Pasan los días y ella ya no llora por las noches. Ya no piensa en él. Ya no se muere de ganas por verlo, llamarlo, abrazarlo...

Quizás no signifique nada. Quizás sólo sea una etapa más del olvido. La primera seguramente. Pero aún así le hace sonreir. Le hace sentirse bien, orgullosa de si misma.

Es ya la una de la madrugada y no deja de dar vueltas en la cama. Le cuesta mucho dormirse, aunque le da igual. Ahora más que sea no llora, se ha hecho más fuerte. El dolor está arrinconado, en una pequeña y oscura esquina de su corazón. Pendiente, seguramente, a que ella baje las defensas, a un pequeño despieste o recuerdo..

lunes, 7 de junio de 2010

Volver atrás.


Pasan los días, las semanas... Y te preguntas si todo va a seguir igual mucho más tiempo.

Pero no obtienes respuesta. Sólo consigues más y más preguntas. Quizás alguna que otra lágrima las acompañe. ¡Qué tontería! Tú eres fuerte, no te vienes abajo a la primera de cambio. Pero ahora todo cuesta, ¿no es cierto?

Y es entonces cuando deseas con todas tus fuerzas volver a ser aquel niño de 5 años que lloraba el primer día de cole. Aquel niño risueño que se divertía hasta con una simple cuerdita. Que no entendía cuando sus padres discutían porque él sólo quería jugar.

Que distinto se ve todo ahora que tienes unos años más y sabes lo que es la vida. Que no todo se centra en con qué jugete podrás jugar hoy o qué habrá de comer...

Aunque sinceramente para lo que estoy viendo, no me importaría volver a tener 5 años y seguir creyendo en los Reyes Magos y el Ratoncito Pérez..

domingo, 6 de junio de 2010

Otra vez.

Domingo, medianoche. Iba a acabarse el día como otro cualquiera, aburrido y tranquilo. Sin saber de él. Sin pensar en si estaría bien o en qué estaría haciendo. Pero una ventanita en el ordenador se abrió y justo en ese momento supe que esta noche me iría a la cama con muchas cosas en las que pensar.
Lo tenía muy fácil si no quería pasarlo mal. Decirle me voy ya o simplemente eliminarlo. Si. Esa era la opción que debería escoger según todo el mundo. Todos opinan, todos hablan. Todos dicen que para olvidarlo tengo que alejarlo de mi, que no basta con levantar un muro en mi mente cuando aparece su nombre. Pero, ¿qué sabrán todos? Apuesto que ni siquiera se imaginan lo feliz que me hace hablar con él, aunque por dentro me esté muriendo al saber que no volverá a ser mio..

Unas cuantas risas cómplices, otras cuantas pillinas. Se volvía a tocar el tema. Me volvía a hacer la misma proposición y volvía a conseguir que me lo planteara aunque sólo fuera por unos segundos.
Mi cabeza daba vueltas, barajaba la opción de volver a verlo. De tenerlo cerca otra vez, pensaba si me haría bien o no..
Hasta que ella apareció en nuestra conversación. Aparecieron los celos. Los recuerdos. La rabia contenida y mi sonrisa se fue. Volví a la realidad, dejé de soñar y con una sonrisa forzada le dije adiós.
Esta noche me costará dormirme, como todas en las que hablo con él.
Me hace volar y luego me deja caer sin paracaidas. Pero siempre es culpa mía ¿no?
Ya no sé ni qué pensar, no sé ni que creer. Sólo me queda esperar a dejar de quer...
Mierda. Sí, aunque me queme por dentro. Aunque me resulte más raro que nunca pensar estas palabras.. Aún te quiero.