viernes, 25 de junio de 2010

A la mierda.

A lo largo de tu vida te pueden fallar cientos de personas. Te pueden defraudar otras cuantas, incluso te pueden llegar a hacer daño. Quizás derrames alguna lágrima por su culpa, pero será sólo por la rabia contenida... No por el dolor.
¡Qué va! El dolor verdadero va por dentro, ese dolor que te ahoga, el cuál te hace aislarte...
Y ese dolor aparece cuando la persona importa de verdad. Quizás no haya sido la mayor discusión que hayas tenido o el mayor enfado.
Pero si la persona te importa, cualquier cosa te hace temblar. Te hace estar insegura. Te hace daño. Y si a todo esto le sumamos el orgullo, el resultado no es bueno.
Podría estar horas escribiendo de cómo me siento, de lo incompleta que estoy sin ella o de las ganas que me dan de ir corriendo a la casa y decirle que no pasa nada que voy a seguir estando aquí por el resto de los días..
Pero justo en ese momento aparece lo que ya nombré antes.. mi maldito orgullo. Ese que odio tanto y por el cuál sigo de brazos cruzados, esperando a que sea ella la que de el primer paso.. porque algo en mi interior me dice que me tiene que pedir perdón.
¿Y qué si soy yo la única que lo ve? ¿y qué si los demás piensan que es normal? ¿y qué si nadie opina igual que yo? Nada de eso me devolverá a mi amiga joder.
Y sé que si le paso esta, si me trago mi orgullo otra vez.. no servirá de nada, dentro de unos días, semanas o meses estaremos igual. Yo enfadada por el mismo motivo y ella.. ella pasando porque no ve lo mismo que yo o quizás no quiera verlo..
Por mucho que lo pienso no encuentro ninguna solución, no encuentro ninguna respuesta.. no dejo de darle vueltas.. ¿la estoy perdiendo por culpa de él? ¿lo está consiguiendo tal y como quería? Lo más triste de esto no sería el hecho de que él lo consiguiera, si no que ella se lo permitiera.. eso sería lo que más me dolería..

No puedes darle tanta importancia a una persona, tarde o temprano te defraudan.. aunque sea como una hermana, da igual, a veces nada es suficiente.

1 comentario:

  1. Sólo se me ocurre decirte que tengas paciencia y mucha fuerza.
    Un abrazo enorme, desde aquí, ni muy al norte ni...
    :)

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