martes, 29 de junio de 2010


No puedo más.. no puedo sentir que la estoy perdiendo, que se está alejando de mí..
No sé ser yo si ella no está a mi lado.
Odio ser cabezota, rencorosa, orgullosa... pero odio más que ella me dé cien vueltas en estos campos.
Somos tal para cuál, pero entonces.. ¿quién de las dos niñas orgullosas tirará la primera piedra sin esconder el brazo?
Algo me dice que seré yo.. pero me da igual, si así volvemos a ser nosotras.
Uña y carne, otra vez.. para siempre.

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