jueves, 24 de febrero de 2011

Después de una subida siempre llega una..

Cada día lo comprendo más. La vida es como una montaña rusa. Está llena de increíbles subidas y temerosas bajadas. Algunas veces te asustas y te encantaría poder bajarte. Quedarte afónica gritando que la paren, que tú te bajas ahí mismo. Pero como en una atracción que se pone en marcha, no te queda más remedio que llegar hasta el final. Tienes que tener en cuenta que desde que naces, estás pagando la entrada a esa montaña rusa. Así que, para que todo pase más rápido. Lo mejor que puedes hacer es, cerrar los ojos, levantar las manos y gritar. Hasta quedarte sin voz. Disfrutar de la adrenalina. De la sensación en el estómago a cada caida... Y de las personas que se sientan al lado tuyo todos los días. Empujándote a no bajarte sin que la aventura acabe.
Personas como esas, pasaran mucho por tu vida. Pero sólo unas cuantas seguirán a tu lado para apretarte la mano cuando sientas miedo en la bajada.

Gracias a que he podido entender la bonita metáfora de la vida, soy capaz de valorar esos apretones de mano cuando son valiosos. Y sé que cuando yo levante las manos y grite, ellos lo harán conmigo. Y que ella seguirá conmigo.






1 comentario:

  1. ¡Hola!
    Te escribo para comunicarte que mi blog donde publico mi historia "Polos Opuestos" se ha trasladado a otra dirección web, te agradecería que te pasaras para que aún siguieses en contacto conmigo y mi historia :)
    Aquí tienes mi blog, un beso :)

    http://dospolosopuestos.blogspot.com/
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