jueves, 24 de febrero de 2011

Báilame el agua.

Plena noche. Invierno. Pero daba igual. La luna llena les invitaba a adentrarse en el mar. A despojarse de la ropa sin importar tan siquiera si había algún mirón por los alrededores. Sólo estaban él y ella. Se adentraron en la oscuridad de la playa. El agua fría empezaba a abrirse paso por sus cuerpos semidesnudos. La brisa les hacía estremecer. Pero aún así, se miraron a los ojos y se aproximaron. "¡Qué le jodan al invierno!", pensaron. De pronto unos brazos seguros le rodearon la cintura. Una boca hambrienta, pero a la misma vez dulce se deslizó por su cuello sin pedir permiso. Ella, olvidó donde estaban y la temperatura que había en el ambiente, al menos fuera de su cuerpo. Una sonrisa se apoderó de su rostro, aún así a oscuras, no podía evitarlo. Apretó con ganas sus uñas en la espalda de él... Suspiró. Suspiró. Suspiró... y se despertó.
Abrió los ojos algo agitada. Sus manos fueron directas a su frente. Volvió a suspirar y apretó con ganas las sábanas. Otra noche más en la que tenía la más dulce de las pesadillas.

1 comentario:

  1. me encanta tu blog, te sigo(:
    http://miunicoobjetivoerestu.blogspot.com/
    muuuá!

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