jueves, 29 de julio de 2010

Yo quiero una abuela así.

Mucho tiempo sin escribir, lo sé.
Mucho tiempo sin tan siquiera abrir el blog, eso también lo sé.
Lo que no sé es porqué he dejado que pasara tanto tiempo..

Sé que no suelo escribir en primera persona o contar las cosas que me pasan en mi vida real o mis problemas.. no me gusta simplemente.
Pero hoy voy a hacer una excepción.
Ayer pasé el día en el pueblo de la abuela de un amigo y sinceramente nunca había estado en un lugar parecido. Miraras donde miraras sólo podías apreciar montañas y más montañas llenas de árboles y quizás alguna que otra casa terrera.
Se respiraba una tranquilidad increíble, sólo se oían nuestras risas mientras jugábamos como niños chicos en un pequeño parque que había al lado de la diminuta iglesia que estaba en la plaza del pueblo.
La gente se veía humilde, vivían de lo que cultivaban. Muchos no sabían ni leer ni escribir; pero aún así eran felices. En ese pueblo con sólo un bar y pocos vecinos, donde seguramente yo me moriría del asco.
Ahí conocí a la persona más bonachona que he conocido hasta ahora: la abuela de mi amigo.
Era una anciana con una sonrisa tan amable y unos ojos tan dulces, que era difícil no sonreirle al mirarla.
Lo que más me sorprendió de ella era la increíble capacidad mental que tenía, a pesar de que a penas podía caminar y que estaba siempre sentada en su sillón.
Su padre era escritor, bueno no escribía grandes novelas o relatos, pero si escribía unos bonitos cantares populares que la gente del pueblo cantaba en las verbenas que se celebraban por las fiestas. Ella se los sabía todos de memoria, se los había aprendido desde los 10 años y se acordaba de todos y cada uno de ellos.
Le leías la primera frase y ella te lo terminaba.. me dejó con la boca abierta.
Era tan buena, tan.. me quedo sin palabras a la hora de describirla. Díganme, no se quedarían ustedes sin palabras al ver a una anciana de ochenta y dos años de pie junto a la ventana mirando la vereda, preocupada, porque su hijo de cuarenta y pico años estaba en el bar y le dijo que ya bajaba y claro como tardaba.. ella se impacientaba. Y hasta que él no llegó, no se sentó y se estuvo tranquila.. es más fue gracioso el escuchar pedirle un beso y cuando él se lo dio le dijo: "te perdono tus malas palabras de antes."

Esto me hace pensar.. el amor de una madre es increíble y no hay amor mayor que ese.

A veces no hace falta tener miles de cosas para ser feliz, basta con tener amor.
Y esto, esto va por ella, porque no supe que decirle cuando al despedirme de esa risueña abuela me dijo: " eres muy guapa, seguro que encuentras novio pronto, no te conozco mucho pero ya te quiero.."



Olé por ella! por ese precioso corazón que tiene.. esto va por ti.

"Bien contento y bien alegre
Estoy con el bien que adoro
No lo cambio en el mundo
Por el más rico tesoro."

¿No es precioso? con tardes como estas se me olvidan mis "estúpidos problemas".


Be happy Sheila.

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